Usa focos ahorradores de energía que además duran 10 veces más que los focos normales, y así ahorraras un 75% de energía eléctrica.
Aprovecha la luz natural al máximo.
Apaga las luces cuando no se necesite o no se utilice.
En las tiendas ya existen equipos que ahorran energía eléctrica, como es el caso de lavadoras y refrigeradores; busca la etiqueta Energy Star (en inglés).